Goya y su relación con Cádiz

El pintor aragonés fue un gran viajero y los avatares de la Historia y su salud le obligaron a realizar algún viaje de más como el exilio a Francia al final de su vida, o el primer viaje que le llevó hasta Cádiz en 1792 debido a una repentina enfermedad cuando se encontraba en Sevilla. Esta rara y misteriosa enfermedad, que le dejaría sordo, hizo que estuviera convaleciente en Cádiz en casa de un comerciante riojano llamado Sebastián Martínez.

En esta primera estancia gaditana, Goya pintó al menos tres cuadros, entre los que se encuentra el retrato de Sebastián Martínez. Una vez repuesto de su enfermedad marchó hacia Madrid, pero en 1796 volvería a tierras gaditanas, esta vez a Sanlúcar de Barrameda, invitado por la duquesa de Alba, estancia que aprovechó para iniciar la serie conocida como «Los caprichos«.

Oratorio de la Santa CuevaEstando en Sanlúcar parece que volvió a recaer en la enfermedad que había padecido en su anterior estancia y decidió volver a Cádiz para ser tratado por los médicos del famoso Hospital Real. En esta visita se le encargó a Goya decorar el Oratorio de la Santa Cueva para el que pintará tres lienzos que aún hoy se pueden contemplar en su sitio original: La Santa Cena, La multiplicación de los panes y los peces y La parábola de la boda del hijo del rey, son obras de Goya. Las otras dos que completan la decoración del Oratorio, La recogida del maná y Las bodas de Caná, las pintaron respectivamente José Camarón y Zacarías Velázquez, dos de los discípulos del maestro

Para más información sobre la relación de Goya con Cádiz visita estas páginas

Línea Serpentinata, un blog de Historia de Arte.

– Un artículo del Diario de Cádiz sobre la estancia de Goya en Cádiz.

– Si queréis saber sobre la enfermedad que hizo que Goya visitara Cádiz este blog de Francisco Oña os da amplia información.

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